28/09/19

ABC Cultural: Manos a la obra

Review

FERNANDO CASTRO FLÓREZ

Tras disolverse el colectivo Los Carpinteros, que tantas obras lúcidas y lúdicas realizaron durante afios, Dagoberto Rodríguez, uno de sus miembros, revela que su imaginario sigue teniendo un excepcional filo crítico no exento de humor. Sabe de sobra que, en ocasiones, hay que «dejarse las manos» en el intento, y que lo mismo un tuit sobre la guerra de Siria que las letras de reguetón pueden ser elementos cruciales para dar cuenta de lo que nos pasa. Si los coches americanos «tuneados» en Cuba sirven comosoporte para una suerte de «tergiversación» de la retórica de las consignas politicas, una condecoración en forma de estrella puede materializarse en una especie de retorno de lo «zoológicamente reprimido». Todas las obras están realizadas en procesos colaborativos que revelan la resistencia a la autoria narcisista. Dagoberto modula una estética apropiacionista que no recae en la inercia de la duchampitis, ni tampoco se entrega al postureo radical que amenaza con cortarse la lengua para seguir dando la matracaen un delirante dia de la marmota. Se trata de fabricar obras que diserninan relatos sin apelar a la Historia (entendida está en el sentido tanto anticuario cuanto hegeliano). Acaso nuestro memorial tenga que tomar en consideración las contundentes letras del reguetón: en vez de los nombres de los caidos en Vietnam, tenemos la ocasión de hacer un frottage para aprender del perreo. Basta leer en letras cromadas el «Patria o Muerte» para comenzar a pensar que tenemos que conducirnos hacia otras cosas. De entrada hay que ponerse manos a la obra.