18/02/20

INVITACION: Cada forma en el espacio es una forma de tiempo que se escapa

Curator Text Press Release

Cada forma en el espacio es una forma de tiempo que se escapa

A más de veinte años de la muerte de Felix Gonzalez-Torres (1951-1996) su obra parece no envejecer. Por el contrario, da la impresión de que rejuvenece, gracias a la frescura con que su legado sigue encantando a espectadores y artistas aun hoy. Su elegancia en el espacio, su capacidad de síntesis y su marcada tención poética, lo inscriben en esa genealogía de artistas que elevaron la sutileza y obviedad de algunos materiales a las simas del arte más refinado.

El autor de Untitled (Perfect lovers), fue igualmente eficaz asumiendo el tema político. Su trabajo junto al grupo Material en los años ochenta y parte de su obra en solitario así lo demuestran. Es notorio en estas obras de confrontación político-social, el activismo en torno a la denuncia de crímenes cometidos contra la comunidad gay a lo largo de la Historia, los embates e implicaciones políticas de la pandemia del SIDA en sus primeros años y las consecuencias de la circulación indiscriminada de armas de fuego en los Estados Unidos.

Pero Felix Gonzalez-Torres es solamente una de las figuras cimeras del arte pos-mínimal y pos-conceptual. Su trabajo estuvo inspirado en el de otros artistas y su legado se puede apreciar en muchos creadores que le han precedido: el proyecto expositivo Cada forma en el espacio es una forma de tiempo que se escapa, pretende abrazar esta pulsión, este modo de hacer en el arte contemporáneo más allá de la trascendencia personal de una figura cimera del arte contemporáneo. No es un homenaje en el sentido convencional de la palabra porque sería como asumir que corre el peligro de ser olvidado y creemos que su legado está más vivo que nunca (no en vano la próxima edición de la Feria de ARCO en Madrid le estará dedicada). El proyecto es una celebración, a propósito de este modo de enfrentar la creación, una oportunidad para reunir obras y artistas que de un modo u otro se encuentran cerca de esta sensibilidad.

 

– Solveig Font

 

04/02/20

Rialta: Inauguran ‘Visión de túnel’, una exposición de Dagoberto Rodríguez en Madrid

Review

La exposición personal Visión de túnel, del artista visual cubano Dagoberto Rodríguez (Las Villas, 1969), estará abierta al público desde el 22 de enero hasta el 28 de marzo del presente año en Galería Sabrina Amrani de Madrid.

Sabrina Amrani, francesa de ascendencia argelina, inauguró en junio de 2011 la galería que lleva su nombre. Entre los objetivos de la misma destacan la representación de artistas emergentes y la organización de actividades sin fines de lucro.

La expo, primera en la categoría personal de Dagoberto Rodríguez en Sabrina Amrani, se interesa por edificar en acuarelas arquitecturas futuristas, vaticinios de túneles que llevan a dimensiones posibles. Túneles como tuberías de escape. Túneles mecánicos conformados por legos. Desarmables. Conductores a variaciones que metamorfosean en la fuga hacia sitios desconocidos.

La visión de los túneles de Rodríguez –cuevas distópicas– incita a repensar el recorrido del hombre a través de sí (¿la vida como un túnel? ¿el cuerpo como un túnel?), aunque no exista en sus pinturas el factor humano. Túneles vacíos, conductos, cañerías por donde corre la soledad de… ¿generaciones?, ¿artistas?, ¿países?

Dagoberto Rodríguez se graduó en 1994 del Instituto Superior de Arte en La Habana. A inicios de los noventa había integrado el grupo Los Carpinteros, cuyo origen se halla en la primera pragmática de DUPP (Desde Una Pragmática Pedagógica) bajo la batuta del maestro René Francisco. En aquella etapa, Dagoberto, Alexandre Arrechea y Marco Antonio Castillo Valdés sobresalieron por su interés común en la exploración del objeto como elemento pilar del discurso artístico (La sillaEl programadorLa mesa de correos).

Según comentara Dagoberto Rodríguez en una entrevista con el destacado curador, crítico y comisario de arte Jérôme Sans, su trabajo lo obligó a no permanecer en un solo sitio, a buscar sus herencias en otros escenarios, aunque todos sus movimientos se hicieran con un pie en La Habana:

“He tenido en mi carrera tres o cuatro grandes movimientos en los que han estado mis estudios. Primero en La Habana, después en Los Ángeles, en Nueva York estuvimos trabajando un tiempo, después en Brasil y luego aquí, en España, que es donde más tiempo he estado fuera de Cuba”.

Esta declaración nos revela el estado de transición del arte de Dagoberto Rodríguez, quien se mantiene atravesando fronteras físicas y connotativas. El arte del ir. Crear a extramuros. Desde la diáspora. En medio del túnel. Sin vueltas de cabeza. Donde queda la alternativa inminente de avanzar por la alucinación. La invención pictórica-mecánica de sistemas de conductos que desembocan en la provocación del pensamiento.

Viendo un túnel del artista (vía túnel-internet), monumental conducto color bermellón de Holanda (tramo que bien pudiera ser el fotograma de un filme de ciencia ficción o una atmósfera de Ray Bradbury), donde las cabezas de legos forman y techan la vía, emparedada por vigas gigantes, sentí una angustia similar a la que me provocan ciertas pinturas de la serie Nadie olvida nada, del argentino Guillermo Kuitca (Buenos Aires, 1961). Quizás porque el fragmento de túnel que vemos es sólo un minuto dentro del túnel. Pero… ¿cuánto hubo antes?, ¿cuánto falta para salir? La inmensidad aterra.

En el año 2019, Dagoberto Rodríguez, después de casi tres décadas colaborando con Los Carpinteros, decidió adentrarse en un túnel más personal –si bien no dejó de cumplir sus compromisos con el grupo–. En esta nueva exposición nos muestra un nuevo estadio de su carrera, el comienzo o final de otro período de avance. Un avance a solas por canales que llevan hacia sí o hacia ningún lado, pero siempre por medio del arte de desmembrar los límites: los suyos, los nuestros.

 

Katherine Perzant.